Bailar pegados ya no es una opción

La academia Tempo 22 es un ejemplo de cómo ha tenido que adaptarse el mundo del baile a la nueva situación provocada por la Covid-19

Gabriela Rojas

Tras el confinamiento de los pasados meses, muchos negocios han tenido que hacer maravillas para volver a ponerse en marcha. Es el caso de Carol Gómez, dueña de la academia de baile Tempo 22, que ha hecho todo lo posible por mantener su empresa a flote.

"El verdadero reto ha sido volver a abrir las puertas de la academia"

Carol nos cuenta que durante los meses de confinamiento, a pesar de permanecer con la academia cerrada, no ha parado de trabajar. “Un negocio no puede estar cerrado”, afirma la entrevistada. Por ello decidió crear una plataforma para poder impartir clases online de baile y zumba. Además, para aquellos alumnos que no eran muy partidarios de este método, subió varios videos de clases de zumba a su canal de Youtube. Gómez nos explica que lo que estaban intentando era “hacer que cada alumno tuviera su hora semanal de clase y que la utilizara para practicar o para entretenerse”.

Sin embargo el verdadero reto ha sido volver a abrir las puertas de la academia. Además de todas las medidas de higiene que todos conocemos, esta joven autónoma ha hecho mucho más por dar seguridad a sus alumnos. Reducir el aforo de las clases, contar con un avanzado sistema de renovación de aire, desinfectar todo el lugar entre clase y clase, cambiar de calzado al entrar, entre otras, han sido sus propuestas para esta nueva normalidad. A pesar de todo esto, siguen habiendo personas con miedo a acudir a clases. Para ellos, Carol ha puesto en marcha clases online simultáneas a las presenciales.

Lo que está claro es que, en la situación a la que nos enfrentamos, el uso y dominio de las tecnologías está siendo un factor clave para la supervivencia de las empresas. Así que si tienes un negocio y aún no estás puesto en este tema, más vale que te lances de cabeza, para evitar que se hunda el barco.